NUESTRO AMADO MENTOR
Zélio Fernandino de Moraes
En el año 1891 en la ciudad de Río de Janeiro, distrito de Neves, municipio de Sao Gonzalo; nace el hijo de Don Joaquín y de Doña Leonor de Moraes, un varón al cual bautizaron con el nombre de Zélio Fernandinho de Moraes, el cual recibió de sus padres la mejor de las educaciones a la altura de su posición, ya que pertenecían a una clase media alta. Siempre fue un niño tranquilo y muy saludable; con el transcurrir de los años Fernandinho empezó a crecer y sus padres aspiraban a que él pudiese formar parte de las filas militares con que toda familia aristócrata anhela para sostener su posición en la sociedad; pero su futuro ya estaba predeterminado por el Astral. Cuando llegó a la edad de 17 años una enfermedad misteriosa invade a la familia; Fernandinho sufre una parálisis que lo deja postrado y sin poder caminar, sus padres recurrieron a la medicina sin dejar ninguna posibilidad por encontrar alguna cura para su enfermedad, cosa que en ese tiempo sólo pocas personas tenían esa posibilidad y dinero para afrontar gastos en su tratamiento. Sin encontrar ninguna respuesta y viendo que su hijo empeoraba, no sólo estaba paralítico sino que empezaba a tener comportamientos raros a su persona; sus padres consultaron un psiquiatra y tras tantos estudios no hallaron tampoco nada, le recomendaron un sacerdote que lo exorcise pero tampoco hubo resultados, su comportamiento era cada vez más raro. Su misión estaba por empezar a cumplirse, hasta que por amistades del padre de Zélio fue aconsejado a que se lo llevase a la conocida Federación Espirita de Niteroy. Es así que el 15 de noviembre de 1908 fue invitado por José de Souza a participar de la sesión tomando un lugar en la mesa de la cual el joven Zélio fue incorporado por un espíritu al cual de todas las formas se lo invitaba a que se retirase por ser considerado por ellos un espíritu bajo y atrasado; entonces el espíritu que estaba en el joven Zélio habló y dijo: ¿porqué no permiten que estos espíritus puedan dar sus mensajes?¿será que por su origen y color de piel creen que no son capaces de trabajar para los encarnados y desencarnados? diciendo eso le dio su primera prueba diciendo: en esta mesa hace falta una flor; los participantes sorprendidos por lo que el espíritu rompía las normas prescritas, hace que el joven Zélio se ponga de pie por sus propios medios, va y trae una rosa blanca. Todo el mundo asombrado por lo que habían visto estaba perplejos, tanto fue el asombro que el responsable de la sesión trataba de adoctrinar y apartar a ese espíritu desconocido. Pero el espíritu con tanta insistencia dijo: mi nombre es Caboclo Das SeteEncrucilladas, porque no habrá camino cerrado para mí y mi misión es plantar la primer semilla de la Igualdad en la casa de esta materia (cavalho) y eso será mañana a las 20 hs, donde yo mismo estaré plantando esta semilla de la Igualdad que debe existir para todos los encarnados y desencarnados; diciendo esto les invitó a todos sin distinción de raza, credo o posición social a participar del encuentro. Los mismos doctores y sacerdote no podían salir de su asombro de lo que habían visto; al terminar la sesión todos los participantes empezaron a difundir lo acontecido por toda la ciudad: que en la casa del Sr Joaquín de Moraes en calle Peixoto 30, Río de Janeiro, a las 20 hs, estaría el espíritu Caboclo Das Sete Encrucilladas, abriendo su primer Centro Igualitario ya que pocas personas eran las que podían participar en la Federación Espirita. El día 16 de noviembre de 1908, en la casa de la familia Moraes, se había llenado de gente de todas partes y clase social; a la hora prevista el Caboclo Das Sete Encrucilladas se hizo presente dando la bienvenida a todos los presentes diciendo: desde ahora planto la semilla de la Umbanda para todos los más necesitados, donde no se le va a cobrar nada a nadie, y el nombre que le pondremos a este lugar será “Tenda Espirita Nossa Senhora Da Piedade” (así como María acoge en sus brazos al hijo), la Tenda acoge como hijos a los que recurran en las horas de aflicción; de ese entonces todos los espíritus fueron agrupándose a las filas de la Umbanda, dando soluciones a los que allí recurrían y esto fue expandiéndose y creciendo hasta ser un árbol frondoso capaz de cobijar a los desamparados y desahuciados, y con sus raíces bien expandidas para la caridad, fuerte y segura, hasta hoy.
Zélio Fernandino de Moraes
En el año 1891 en la ciudad de Río de Janeiro, distrito de Neves, municipio de Sao Gonzalo; nace el hijo de Don Joaquín y de Doña Leonor de Moraes, un varón al cual bautizaron con el nombre de Zélio Fernandinho de Moraes, el cual recibió de sus padres la mejor de las educaciones a la altura de su posición, ya que pertenecían a una clase media alta. Siempre fue un niño tranquilo y muy saludable; con el transcurrir de los años Fernandinho empezó a crecer y sus padres aspiraban a que él pudiese formar parte de las filas militares con que toda familia aristócrata anhela para sostener su posición en la sociedad; pero su futuro ya estaba predeterminado por el Astral. Cuando llegó a la edad de 17 años una enfermedad misteriosa invade a la familia; Fernandinho sufre una parálisis que lo deja postrado y sin poder caminar, sus padres recurrieron a la medicina sin dejar ninguna posibilidad por encontrar alguna cura para su enfermedad, cosa que en ese tiempo sólo pocas personas tenían esa posibilidad y dinero para afrontar gastos en su tratamiento. Sin encontrar ninguna respuesta y viendo que su hijo empeoraba, no sólo estaba paralítico sino que empezaba a tener comportamientos raros a su persona; sus padres consultaron un psiquiatra y tras tantos estudios no hallaron tampoco nada, le recomendaron un sacerdote que lo exorcise pero tampoco hubo resultados, su comportamiento era cada vez más raro. Su misión estaba por empezar a cumplirse, hasta que por amistades del padre de Zélio fue aconsejado a que se lo llevase a la conocida Federación Espirita de Niteroy. Es así que el 15 de noviembre de 1908 fue invitado por José de Souza a participar de la sesión tomando un lugar en la mesa de la cual el joven Zélio fue incorporado por un espíritu al cual de todas las formas se lo invitaba a que se retirase por ser considerado por ellos un espíritu bajo y atrasado; entonces el espíritu que estaba en el joven Zélio habló y dijo: ¿porqué no permiten que estos espíritus puedan dar sus mensajes?¿será que por su origen y color de piel creen que no son capaces de trabajar para los encarnados y desencarnados? diciendo eso le dio su primera prueba diciendo: en esta mesa hace falta una flor; los participantes sorprendidos por lo que el espíritu rompía las normas prescritas, hace que el joven Zélio se ponga de pie por sus propios medios, va y trae una rosa blanca. Todo el mundo asombrado por lo que habían visto estaba perplejos, tanto fue el asombro que el responsable de la sesión trataba de adoctrinar y apartar a ese espíritu desconocido. Pero el espíritu con tanta insistencia dijo: mi nombre es Caboclo Das SeteEncrucilladas, porque no habrá camino cerrado para mí y mi misión es plantar la primer semilla de la Igualdad en la casa de esta materia (cavalho) y eso será mañana a las 20 hs, donde yo mismo estaré plantando esta semilla de la Igualdad que debe existir para todos los encarnados y desencarnados; diciendo esto les invitó a todos sin distinción de raza, credo o posición social a participar del encuentro. Los mismos doctores y sacerdote no podían salir de su asombro de lo que habían visto; al terminar la sesión todos los participantes empezaron a difundir lo acontecido por toda la ciudad: que en la casa del Sr Joaquín de Moraes en calle Peixoto 30, Río de Janeiro, a las 20 hs, estaría el espíritu Caboclo Das Sete Encrucilladas, abriendo su primer Centro Igualitario ya que pocas personas eran las que podían participar en la Federación Espirita. El día 16 de noviembre de 1908, en la casa de la familia Moraes, se había llenado de gente de todas partes y clase social; a la hora prevista el Caboclo Das Sete Encrucilladas se hizo presente dando la bienvenida a todos los presentes diciendo: desde ahora planto la semilla de la Umbanda para todos los más necesitados, donde no se le va a cobrar nada a nadie, y el nombre que le pondremos a este lugar será “Tenda Espirita Nossa Senhora Da Piedade” (así como María acoge en sus brazos al hijo), la Tenda acoge como hijos a los que recurran en las horas de aflicción; de ese entonces todos los espíritus fueron agrupándose a las filas de la Umbanda, dando soluciones a los que allí recurrían y esto fue expandiéndose y creciendo hasta ser un árbol frondoso capaz de cobijar a los desamparados y desahuciados, y con sus raíces bien expandidas para la caridad, fuerte y segura, hasta hoy.
Después de 55 años de Amor y Servicio, siguieron con la misión de su padre, a cargo del 1er Templo Umbandista (Nossa Senhora Da Piedade) sus 2 hijas Zélia y Zilmea.
Zélio se cambió a la Cabaña del Pai Antonio Boca De Mato, Río de Janeiro, dedicando la mayor parte de su tiempo a la atención de portadores de enfermedades psíquicas y a todos los que lo necesitaban, en compañía de su esposa Isabel, Médium del Caboclo Roxo. Dejando 66 años de su vida a la Umbanda, retornando al plano espiritual el 3 de octubre de 1975; dejando un gran legado trazado por el Caboclo Das Sete Encrucilladas, siguiendo su acción a través de sus hijas Zélia De Moraes (desencarnada el 26 de abril de 2000) y Zilmea De Moraes, además de millones de fieles umbandistas desparramados por todo el mundo, levantando junto a Zélio Fernandinho de Moraes la bandera de Oxalá; a 102 años de nuestra Amada Umbanda.
Hay muchas versiones sobre la vida de Nuestro Mentor, pero ésta fue escrita de acuerdo a lo que me relataron mis Baba.